A continuación comparto el texto completo de los principios ideológicos de la Juventud Frente Amplio:
Nuestros principios ideológicos consolidan el proceso de organización de la Juventud Frente Amplio (JFA) a través de un posicionamiento crítico sobre la sociedad costarricense y mundial, de las contradicciones del sistema hegemónico y de la generación de propuestas hacia la construcción de una sociedad más solidaria y justa.
La JFA debe de ser un ejemplo para toda la población joven que desea esta nueva sociedad, en generar una cultura inclusiva frente a las prácticas de exclusión y discriminación y ser la primera en ser parte activa de este cambio.
Como Juventud del Frente Amplio compartimos los principios ideológicos del Partido y desde nuestra autonomía los interpretamos y los presentamos en este documento.
1. La Juventud Frente Amplio se posiciona críticamente ante el sistema
En la Juventud del Frente Amplio partimos de la crítica social y cultural al sistema político-económico imperante en la actualidad; para posteriormente plantear, una serie de propuestas al respecto de aquello que consideramos se debe cambiar. Esta transformación tiene que ser en todas las relaciones sociales, desde las relaciones de producción hasta la ideología, la política y la cultura, ya que el sistema dominante incide sobre todos los espacios de la vida humana.
Así entendiendo que el capitalismo, o el imperialismo y el neoliberalismo como manifestaciones del primero, afectan de una manera negativa las relaciones de producción, interpersonales y la individualidad de todos y todas, el cambio debe buscar el aporte a la formación de otra sociedad: la sociedad socialista; para ello es necesario lograr una conciencia crítica en todos y todas. Por ello se torna fundamental que la Juventud Frente Amplio comprenda la sociedad en la que se vive y por ende las relaciones sociales propias del sistema capitalista que busca transformar.
La Juventud Frente Amplio no presenta únicamente una propuesta política enfocada en la transformación hacia una sociedad solidaria y justa, sino que también pretende posicionarse de una manera crítica frente al orden actual de las cosas. En primer lugar es importante evidenciar que las maneras en que se relaciona la humanidad y los pueblos no son algo natural, sino que son producto de un sistema de relaciones sociales: las capitalistas, basadas en la desigualdad y en la explotación de unos cuantos sobre las grandes mayorías.
1.1 Somos anti-capitalistas
El capitalismo es un sistema económico, social, político, cultural e ideológico que se apoya en la propiedad privada de las fuentes de riqueza por algunos individuos y en la explotación de la clase que vive de su trabajo por parte de los grandes empresarios y consorcios transnacionales, es decir por la burguesía. Esto tiene implicaciones en la vida de la gente, ya que el capitalismo limita todos los espacios de la vida humana: el acceso a la cultura, a la educación, a la política, a la recreación; considerando al ser humano y a su trabajo como una simple mercancía.
El capitalismo como sistema dominante en casi la totalidad del planeta, ha logrado desarrollar una serie de instituciones culturales, ideológicas y políticas que permiten que este sistema se mantenga a pesar de ser socialmente insostenible. A razón de esta contradicción es que se puede afirmar que en el capitalismo siempre habrá conflictos, ya sea que estos se manifiesten en una crisis económica, en movilizaciones populares o incluso en guerras, de acuerdo con las condiciones históricas.
La lógica del capital es la concentración y la acumulación de riquezas cada vez más grandes en cada vez menos manos. Con el desarrollo que este sistema ha venido experimentando desde sus inicios ha adquirido nuevas formas con el fin de lograr su lógica, es así como ha expresado distintas facetas a través de distintos modelos productivos, pero que mantienen en común generar desigualdad e injusticia sobre las personas.
1.2 Somos anti-imperialistas
Imperialismo no es otra cosa más que el capitalismo entendido más allá de las fronteras nacionales. Las guerras e invasiones de las grandes potencias económicas sobre los pueblos del mundo son solo algunas formas del imperialismo. Sin embargo, su base material reside en la explotación de las clases trabajadoras de los países pobres por los capitales y las empresas transnacionales. El capitalismo ya no se puede entender si no es como un sistema mundial.
El Imperialismo, en complicidad con las clases poderosas de los países dominados, aplica políticas que aumentan cada vez más esa relación de dependencia. A su vez, el bombardeo cultural y mediático que experimentan los países dominados van provocando que los individuos acepten los valores de los países imperialistas y no se cuestione la desigualdad internacional.
En Costa Rica, al igual que el resto de los países del continente latinoamericano han sufrido esa relación de dependencia de la mano, principalmente, del imperialismo estadounidense. El saqueo de nuestros recursos por parte de transnacionales como la United Fruit Company o la Infinito Gold, el patrocinio a dictaduras genocidas como los casos de Pinochet en Chile, la dinastía Somoza en Nicaragua, Micheletti en Honduras e incluso invasiones directas como en Panamá son evidencia histórica de que somos parte de una serie de relaciones internacionales basadas en la injusticia.
1.3 Somos anti-neoliberales
El Neoliberalismo es la forma que el capitalismo asumió después de las crisis económicas de los años setenta, son las políticas que desde el imperialismo estadounidense y los organismos financieros internacionales (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial) se han tratado de implantar en la mayoría de los países subdesarrollados con un costo social altísimo, evidente en la actualidad.
Neoliberalismo además es el discurso que utiliza la burguesía para afirmar que el papel del Estado en la economía se tiene que limitar a lo mínimo, ya que el mercado y sus fuerzas productivas pueden manejarse y regularse por sí mismas.
Las políticas neoliberales fomentan una mayor precarización de las condiciones sociales humanas a partir de sus medidas en el mundo del trabajo, por ejemplo empleos precarios, flexibilización laboral, aumento de la economía informal, supresión de las garantías laborales, abolición de sindicatos, en síntesis la supresión de los derechos laborales.
A la vez existe una reorientación de las funciones del Estado: una desestimación de la iniciativa publica legitimando y privilegiando lo privado, menos políticas sociales en salud, vivienda, educación; mayor represión y criminalización, en consecuencia se produce un deterioro en las condiciones de vida de la población.
En Costa Rica las políticas neoliberales se han aplicado desde los gobiernos liberacionistas de Luis Alberto Monge (1982-1986) y de Óscar Arias Sánchez (1986-1990) a través de la transformación de la estructura económica y productiva costarricense con la implementación de los Programas de Ajuste Estructural, los Tratados de Libre Comercio y las legislaciones de flexibilización laboral y debilitamiento del Estado.
1.4 Formas de opresión ligadas al sistema capitalista
Las relaciones sociales capitalistas expresan formas de opresión que hoy se manifiestan de muchas maneras. Algunas de estas formas son previas al capitalismo tal como la destrucción ambiental y el patriarcado, que en interacción con estas relaciones productivas y sociales se reconfiguran y ayudan a que el sistema como un todo se perpetúe y se profundice.
Este tipo de exclusión y discriminación posee una carga en la vida cotidiana de los sujetos, haciendo que el peso de la desigualdad sea aun más profundo. Es por ello que una propuesta planteada desde nuestra postura política expresa un claro rechazo a dichas manifestaciones.
- Destrucción del Medio Ambiente
A partir de la industrialización del siglo XIX y la profundización del proceso de globalización económica a lo largo del mundo posterior a la segunda Guerra Mundial, y el triunfo de los Estados Unidos en la misma, se generaliza la explotación y la desigualdad. La globalización da concesiones a los imperios económicos mundiales y les quita todo lo que tienen a los países económicamente dependientes. América Latina es un lamentable ejemplo de ello. En este sentido, el imperialismo estadounidense brinda las pautas de acción declarándose como dueño universal de los recursos propios y ajenos.
El mundo está enfrentando una problemática de la que en años atrás no se comentaba mucho: la ecología y el desarrollo sostenible.
El planeta está cambiando de manera perjudicial para todas y todos , y se debe en gran parte a que muchos recursos naturales están siendo sobrexplotados, y el ambiente contaminado a causa de las industrias y las fábricas, todo en favor de que se sigan produciendo objetos para el consumo humano. Se respetan los requerimientos de la economía neoliberal y capitalista, dando prioridad al consumo al tiempo que se irrespeta lo único necesario para vivir.
Estamos convencidos y convencidas de que existe un paralelismo entre el imperialismo y la destrucción del medio ambiente; entre el capitalismo y la priorización de lo material por encima de lo natural; entre el neoliberalismo y la extensión de corporaciones que producen mercancías supuestamente indispensables por encima de lo que realmente lo es. Por lo tanto, tenemos la seguridad de que si la lucha es ambientalista, es de todas y todos nosotros y nosotras.
En Costa Rica se han gestado varias luchas en defensa de los recursos y las tierras de nuestro país, caso reciente fue la mina Crucitas, cuya lucha fue ganada gracias a que la mayoría de la población protestó en contra de la explotación de nuestro territorio por parte de una transnacional, que iba a causar graves daños ecológicos.
Es por eso que en la Juventud del Frente Amplio reivindicamos las luchas a favor de la conservación medioambiental; y consideramos que es nuestro deber como militantes preservar y proteger el medio ambiente entendiendo que se debe eliminar toda noción de poderío humano que afiance la injusticia de lo corporativo y plastificado, por encima de aquello que además de brindar belleza al entorno, nos recuerda que sin su existencia no habría vida humana.
- Opresión y discriminación de Género
En un principio se debe entender que el sistema patriarcal determina una serie de labores y habilidades que le son atribuidas a cada sexo desde antes de su nacimiento, lo cual es conocido como género; tal como si estas fueran inamovibles e innatas y no culturales. Así, el hombre tendrá un supuesto poderío mientras que la mujer debe estar subordinada al mismo.
Esto causa que, sin duda alguna, existan desigualdades de género, que dentro de un sistema capitalista se ven reflejadas en los altos índices de violencia hacia la mujer, los bajos salarios que estas reciben en sus trabajos con respecto al hombre; la necesidad que tiene el último de tener éxito, aún por encima de las y los demás (individualismo), y por supuesto el impedimento social que tienen ambos sexos para consumar sus proyectos (si es que estos se salen de la lógica patriarcal).
Así, las mujeres son enviadas a trabajar en su casa, y si logran laborar fuera, lo hacen en condiciones de desigualdad, manteniendo muchas veces el papel de madres dedicadas a sus hijos o hijas, amas de casa, y si tienen pareja se convierten en esposas abnegadas. Mientras que los hombres deben trabajar fuera de sus hogares, y por ningún motivo realizar labores domésticas, convirtiéndose en proveedores únicamente; en el plano laboral es activo, mientras que en su familia tan sólo es el símbolo de unión, sin muestra alguna de participación más que monetaria.
Lo anterior causa problemáticas en la dinámica social y hace que históricamente la mujer tenga múltiples tareas de las cuales no le es posible desligarse, al lado de contradicciones insertas en su género tales como la pasividad; es decir hace muchas cosas pero no es premiada ni remunerada por ello, pues se naturaliza su papel. Además puede ser maltratada física, mental y sexualmente sin ninguna consecuencia.
Todo lo anterior, va en contra del crecimiento del tipo de sociedad que buscamos construir en la Juventud del Frente Amplio, pues estas son destructivas y deterministas, por tanto se encuentran estancadas, mientras tanto van en aumento la violencia de género (desde las palabras y los golpes hasta el abuso sexual y el acoso u hostigamiento), el femicidio (asesinato a la mujer por su condición de género, es decir, por ser mujer), la desigualdad laboral, y el impedimento social que tienen los hombres y las mujeres para desempeñarnos laboralmente y socialmente en condiciones positivas, y no determinadas con anterioridad, entre otras cosas.
Se hacen necesarias políticas y propuestas que lleven a la realidad lo que virtualmente debería existir: la equidad de género. Desde la Juventud del Frente Amplio no sólo nos posicionamos ante esta temática, reconociendo y criticando al sistema patriarcal imperante, y todos sus elementos negativos sociales e individuales, sino que también trabajamos para construir un nuevo contexto y nuevas condiciones que garanticen equidad genérica.
-Explotación al Indígena
En América Latina el sistema capitalista se ha desarrollado sobre toda una tradición centenaria del colonialismo de explotación a las y los indígenas, que poco hemos avanzado en nuestra condición de subordinación desde los procesos de independencia nacional de hace un par de siglos.
A nivel cultural se construye toda una serie de significados en torno a las poblaciones indígenas que permiten que se siga reproduciendo la explotación étnica y económica. La autonomía indígena, derecho básico y fundamental para la convivencia social en el continente latinoamericano, es violada sistemáticamente por los gobiernos oligarcas y neoliberales de algunos países que ven en la población indígena únicamente mano de obra barata y mercancía.
En la Juventud del Frente Amplio apoyamos las luchas indígenas en todo el continente, apoyamos la ley de Autonomía Indígena (atascada en la Asamblea Legislativa desde hace décadas) y saludamos los grandes avances que están logrando los pueblos indígenas en gran parte de Latinoamérica como en la hermana República Pluricultural de Bolivia.
-Otras formas de discriminación
Muchas otras prácticas de discriminación tales como: discriminación por orientación sexual, etaria (adulto centrismo), discriminación a las personas con discapacidad, xenofobia o discriminación étnica tienen incidencia en la vida cotidiana de los seres humanos, y que dentro del capitalismo existen como permitidas y legitimadas. En la Juventud Frente Amplio nos levantamos radicalmente contra ellas y propiciamos un cambio en cada espacio posible.
2. La Juventud Frente Amplio es Socialista
Socialismo es el nombre que le damos a la propuesta de sociedad alternativa al capitalismo. Imaginar cada detalle de esa sociedad no es posible para nosotros y nosotras ya que cada uno de esos detalles se irán construyendo a partir del esfuerzo en conjunto de las clases trabajadoras (mayoría en la sociedad).
Lo que podemos dejar claro es que el socialismo tendrá que ser un sistema de sociedad que termine con todo signo de injusticia y desigualdad que son comunes en nuestra realidad actual y en el sistema capitalista mundial, en el socialismo no habrá campo para el despojo, ni lo habrá para lucrar a costa del trabajo ajeno.
En el socialismo gobernará todo el pueblo trabajador, a diferencia de la actualidad donde gobiernan los ricos que lucran con el trabajo de miles y miles de personas que cada día luchan por sobrevivir, estas condiciones las vive el pueblo trabajador de todo el mundo y por ello es necesario la organización de la clase trabajadora mundial para alcanzar el proyecto socialista.
El socialismo no se podrá construir en un solo país, el socialismo tendrá que ser un proyecto en conjunto de toda la clase trabajadora mundial y por lo tanto será un sistema económico y político mucho más avanzado que el actual. Los avances tecnológicos, producto del trabajo y del ingenio de la humanidad, al fin serán disfrutados por la población en su totalidad.
Sin embargo, aunque el socialismo no se puede construir dentro de los límites de un solo país consideramos que cualquier intento revolucionario que suceda en cualquier país del mundo con la intención de derribar el orden capitalista es merecedor de todo el apoyo, como un proceso que ayuda a preparar cada vez más el derrumbe de la injusticia capitalista mundial.
De la misma manera, creemos en que para lograr construir un sistema económico y político socialista es necesario también generar un cambio en la mentalidad de cada persona. Con esto se lograría que los valores conservadores que permiten al sistema capitalista reproducirse, tales como el individualismo, no tendrán lugar en la sociedad, y en su lugar crecerá cada vez más sentimientos y prácticas de solidaridad y amor entre las personas y los pueblos.
2.1 Buscamos Justicia Económica
El acceso a la riqueza socialmente producida debe convertirse en uno de los elementos fundantes de una propuesta socialista. En tanto la lógica del capital se basa precisamente en la privatización de la riqueza, empobreciendo a muchos y enriqueciendo a pocos; el pregonar socialismo requiere de emprender un camino que se haga realidad mediante las políticas económicas y sociales que procuren una justicia económica real.
El socialismo busca el acceso óptimo a los bienes esenciales para suplir las necesidades humanas de las clases que viven del trabajo, las cuales nunca han sido participes de la riqueza y deben conformarse con un salario de miseria.
2.2 Generaremos una Democracia Participativa
La democracia burguesa o representativa genera la falsa idea en las clases trabajadoras de que al ser mayoría controlan mediante votaciones y a través de representantes electos los destinos políticos de una nación. Sin embargo, en la realidad lo que sucede es que una clase política (ligada a los grupos de poder) controlan las instituciones y se mantienen en esos espacios a través de prácticas como el clientelismo político y las estrategias mediáticas. Para un burgués, un buen ciudadano es aquel que solo se preocupa en ir a votar cada ciertos años y que el resto del tiempo deja que sean “sus representantes” quienes tomen las decisiones.
En la Juventud Frente Amplio consideramos que mientras esos espacios de representación existan deben utilizarse como una trinchera de lucha más para alcanzar objetivos y reivindicaciones que mejoren las condiciones de vida de las y los trabajadores, pero que paralelamente debe propiciar una democracia distinta, participativa.
La democracia participativa debe empoderar a cada persona para que esta logre generar un cambio en su realidad más inmediata, a través de la coordinación comunal con los y las demás vecinas.
La democracia participativa debe acercar más los espacios de poder y de toma de decisiones hacia toda la sociedad, penetrando en todos los espacios sociales como el trabajo. El trabajo en el socialismo ya no se verá como una práctica de explotación sino como una actividad transformadora y liberadora. Los espacios de trabajo en el socialismo deben ser lo más democráticos posibles, con toma de decisiones desde abajo hacia arriba.
2.3 Propiciaremos una nueva cultura
La cultura engloba una serie de aspectos que caracterizan tanto histórica como psicológicamente a las personas, la pertenencia a un grupo va a influir en cómo las personas se comportan y se mueven, ya que generará una base de características comunes que les permiten actuar y representarse a sí mismas de cierta manera.
A nosotras y nosotros los jóvenes nos corresponde la tarea de llevar a cabo una revolución cultural socialista en Costa Rica y todo el mundo. Debemos educarnos y estudiar para entender la teoría, con la única razón de saber cómo llevarla a la práctica. Ahora nos toca llevar nuestros conocimientos a la sociedad y reivindicar al socialismo, para que la población se libre de los prejuicios existentes y se den cuenta de que es posible garantizar el bienestar de la gente en todos sus ámbitos.
Para esto se hace fundamental generar conciencia, mostrar la realidad actual que habla por sí misma, y en qué sentido nos afecta a todas y a todos. La cultura imperante es consumista, desigual, destructiva y busca el olvido de la memoria histórica de nuestros pueblos. La cultura que, por otro lado, deseamos promover es constructiva y equitativa, es decir, que avance verdaderamente de una forma progresista, y no regresiva. Que recuerde de donde se viene, y por supuesto, hacia donde se va.
En el momento en que la cultura socialista y alternativa amenace la cultura hegemónica del capitalismo existirán las condiciones para un cambio revolucionario completo, para una transformación de las instituciones y de las relaciones productivas e interpersonales.
3. La Juventud Frente Amplio es Patriótica
Somos socialistas, pero también somos patrióticas y patrióticos. En esta afirmación no existe contradicción alguna, ya que no entendemos Patria en el sentido burgués de nacionalismo y de defensa de valores conservadores ligados a ella y a sus clases dominantes, sino en el sentido de que las grandes mayorías en este país compartimos una historia común de lucha y por lo tanto un proyecto común.
Estamos comprometidas y comprometidos con todas aquellas luchas que dentro de este país defiendan una sociedad más justa y más solidaria. Sabemos que la sociedad socialista no será construida dentro de los límites de un país, pero estamos en la obligación de participar activamente en todo espacio de lucha popular y patriota para ayudar a generar una conciencia mayor de que las luchas se tienen que radicalizar, de que deben apuntar hacia el socialismo.
3.1 Rescatamos la memoria histórica y reivindicamos las luchas sociales del país
En Costa Rica se han dado luchas populares desde los inicios de su vida republicana. Consideramos que para generar un cambio social en el país es necesario que la juventud costarricense sea consiente de su historia y de su pasado, no en el único sentido de memorizar hechos, sino para comprender como es que a través de esos procesos podemos entender mejor la situación actual y su transformación.
La defensa de la soberanía nacional ante invasiones imperialistas como ocurrió durante la Campaña Nacional en 1856 con la derrota de las fuerzas filibusteras, el papel de la clase trabajadora y de sus luchas durante la primera mitad de Siglo XX son algunos de estos procesos.
Reivindicamos y sentimos un gran orgullo del surgimiento y la consolidación del primer gran proyecto político y social de la clase obrera costarricense en torno al Partido Comunista y al papel de este manifestado en las grandes huelgas bananeras, la creación de las Garantías Sociales, la consolidación de la Seguridad Social, entre otros.
Los anteriores son solo algunos procesos que han implicado un gran esfuerzo y sacrificio del pueblo costarricense y que generan una identidad patria.
Durante las últimas dos décadas, las fuerzas populares de este país han defendido los avances logrados históricamente al posicionarse en contra de las políticas neoliberales de los gobiernos de turno. Un ejemplo de ello es la lucha en contra del Combo del ICE, que pretendía la privatización de una de nuestras principales instituciones solidarias y más recientemente la lucha contra el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos (TLC). En la actualidad esta lucha en contra de las políticas neoliberales sigue vigente, tal fue el caso reciente de la lucha contra la minería a cielo abierto en Crucitas, la defensa de los recursos naturales y del patrimonio nacional en torno a las instituciones públicas y la Seguridad Social.
Es en este sentido que la Juventud Frente Amplio debe estudiar y profundizar sobre estos temas y además debe ser portavoz hacia toda la sociedad costarricense de la verdadera historia patria y de su significado, con la intención de generar una memoria histórica transformadora.
3.2 Creemos en un proyecto patriótico y progresista
En la Juventud Frente Amplio sabemos que en este país son muchas y muchos los compañeros que desde sus diversas trincheras (movimientos sociales y campesinos, sindicatos, organizaciones culturales, feministas, ambientalistas y estudiantiles) luchan día a día para mantener una resistencia frente a las políticas neoliberales hegemónicas que buscan el beneficio de los sectores poderosos a costa del dolor, la explotación humana y la destrucción ambiental.
A raíz de esto creemos firmemente en levantar la bandera de unidad entre todas estas diversas luchas para construir un proyecto alternativo de sociedad, realmente patriótico y realmente progresista. Un proyecto que respete las diferencias y la diversidad de las fuerzas populares pero que respete también los puntos de acuerdo y las luchas que compartimos y que sobre todo sea democrático y anti-neoliberal.
Para que esto sea una realidad tiene que existir un diálogo fraterno entre las organizaciones, entre sus bases y sus dirigencias. La cultura política de este país ha demostrado cómo diferencias personales han llevado a que movimientos de unidad se dividan, saliendo beneficiadas únicamente las clases dominantes. Es preciso que las fuerzas progresistas sean autocríticas ante estas actitudes, pero además que demuestren una voluntad política y consecuente para que estos esfuerzos se generen y fortalezcan; y así no volver a cometer los errores del pasado.
4. La Juventud Frente Amplio es Latinoamericanista
Nuestro pueblo es América Latina, Nuestra América. Desde el Río Grande hasta la Patagonia sentimos como propia cada injusticia y cada lucha, pero también sentimos como propia cada victoria y avance del pueblo latinoamericano. Desde sus inicios América Latina ha sido un gran mosaico de diversidad étnica, lingüística y cultural. Sin embargo, es en esta región, la más desigual del planeta, donde más compartimos historia, una historia llena de sangre y dolor, de saqueos y despojos, una historia compartida en la lucha por la búsqueda de nuestra autodeterminación y de una verdadera libertad.
En la Juventud Frente Amplio además de levantar las banderas del socialismo y de la unidad progresista y patriótica en Costa Rica, levantamos también en alto la bandera de la unidad latinoamericana. Es hoy, más que nunca, cuándo vemos con una mirada llena de esperanza como ese sentimiento compartido crece por todo el continente, vemos con esperanza como nuestro pueblo va rompiendo sus cadenas.
Es en esta región del planeta, que hoy es la principal vanguardia de lucha para todos los pueblos libres del mundo, que debemos depositar nuestras energías y nuestros esfuerzos. “La unidad en Latinoamérica nos hace grandes”; es pues, en esta Patria Grande de Nuestra América que la construcción del socialismo tiene que continuar, lucharemos por cumplir el sueño de Bolívar, el sueño de Sandino, el sueño del Che, el sueño de millones y millones de hermanas y hermanos latinoamericanos.
4.1 Somos parte de una Patria Grande
Desde la invasión española y europea hace ya algunos siglos, con la aniquilación de millones de indígenas y la implantación del colonialismo, cuyo sistema de pensamiento aún permanece en la mente de las oligarquías nacionales, se comenzó a forjar esa historia común latinoamericana. Las divisiones nacionales existentes en la región no son más que inventos hechos para repartirse nuestra tierra entre algunos pocos, límites impuestos para que entre hermanas y hermanos latinoamericanos nos veamos como otras y otros y no como nosotras y nosotros.
Durante más de dos siglos hemos compartido procesos y experiencias impuestas desde las potencias y desde el imperialismo (sobre todo estadounidense). La mafia oligarca de todos nuestros países no ha dudado en establecer pactos con los ejércitos estadounidenses para derramar la sangre de miles de personas inocentes por todo nuestro suelo. Dictaduras militares o bloqueos económicos fueron las únicas dos opciones que tuvieron los pueblos latinoamericanos por décadas.
Es tiempo ya que con una mano estrechemos la unidad latinoamericana y con la otra tomemos la historia para llevarla por los caminos del anti-imperialismo y de la construcción del socialismo en nuestra Patria Grande.
4.2 Defendemos los procesos de izquierda latinoamericanos
En América Latina se viven procesos populares y de izquierda en la mayoría de sus países. En cada país el proceso ha sido distinto, pero comparten el hecho de ser fruto de las fuerzas populares y de las grandes mayorías trabajadoras. Desde la heroica lucha armada de la Revolución Cubana, madre del socialismo latinoamericano, a la elección popular de gobiernos de izquierda en El Salvador, Ecuador, Venezuela, Brasil, Bolivia, Uruguay y Argentina por mencionar solo algunos, la toma del poder se ha vivido de manera distinta.
En la Juventud Frente Amplio consideramos que estos procesos no están carentes de contradicciones y críticas, que desde el espíritu más solidario y socialista debemos señalar y ayudar a transformar, sin embargo, también consideramos que estos procesos merecen todo el apoyo de las fuerzas que se llamen socialistas y que reconozcan la lucha viva de las clases populares. Cualquier intento de quedarse únicamente en la crítica no es más que caer en las peores actitudes sectarias y serviles al imperialismo y a las oligarquías nacionales.
Sabemos que el camino que tenemos que recorrer en Costa Rica para hacer un cambio revolucionario, de someter a la minoría explotadora y neoliberal a los sectores mayoritarios y progresistas es un camino que nos corresponde a nosotras y nosotros como costarricenses descubrir y recorrer, sin embargo, tomamos de los procesos latinoamericanos el coraje y el ejemplo de lucha y convicción. De no dejar caer el sol un día sin el sentimiento profundo de que se está luchando hasta las últimas consecuencias por ver un mañana mejor.
Nuestros principios ideológicos consolidan el proceso de organización de la Juventud Frente Amplio (JFA) a través de un posicionamiento crítico sobre la sociedad costarricense y mundial, de las contradicciones del sistema hegemónico y de la generación de propuestas hacia la construcción de una sociedad más solidaria y justa.
La JFA debe de ser un ejemplo para toda la población joven que desea esta nueva sociedad, en generar una cultura inclusiva frente a las prácticas de exclusión y discriminación y ser la primera en ser parte activa de este cambio.
Como Juventud del Frente Amplio compartimos los principios ideológicos del Partido y desde nuestra autonomía los interpretamos y los presentamos en este documento.
1. La Juventud Frente Amplio se posiciona críticamente ante el sistema
En la Juventud del Frente Amplio partimos de la crítica social y cultural al sistema político-económico imperante en la actualidad; para posteriormente plantear, una serie de propuestas al respecto de aquello que consideramos se debe cambiar. Esta transformación tiene que ser en todas las relaciones sociales, desde las relaciones de producción hasta la ideología, la política y la cultura, ya que el sistema dominante incide sobre todos los espacios de la vida humana.
Así entendiendo que el capitalismo, o el imperialismo y el neoliberalismo como manifestaciones del primero, afectan de una manera negativa las relaciones de producción, interpersonales y la individualidad de todos y todas, el cambio debe buscar el aporte a la formación de otra sociedad: la sociedad socialista; para ello es necesario lograr una conciencia crítica en todos y todas. Por ello se torna fundamental que la Juventud Frente Amplio comprenda la sociedad en la que se vive y por ende las relaciones sociales propias del sistema capitalista que busca transformar.
La Juventud Frente Amplio no presenta únicamente una propuesta política enfocada en la transformación hacia una sociedad solidaria y justa, sino que también pretende posicionarse de una manera crítica frente al orden actual de las cosas. En primer lugar es importante evidenciar que las maneras en que se relaciona la humanidad y los pueblos no son algo natural, sino que son producto de un sistema de relaciones sociales: las capitalistas, basadas en la desigualdad y en la explotación de unos cuantos sobre las grandes mayorías.
1.1 Somos anti-capitalistas
El capitalismo es un sistema económico, social, político, cultural e ideológico que se apoya en la propiedad privada de las fuentes de riqueza por algunos individuos y en la explotación de la clase que vive de su trabajo por parte de los grandes empresarios y consorcios transnacionales, es decir por la burguesía. Esto tiene implicaciones en la vida de la gente, ya que el capitalismo limita todos los espacios de la vida humana: el acceso a la cultura, a la educación, a la política, a la recreación; considerando al ser humano y a su trabajo como una simple mercancía.
El capitalismo como sistema dominante en casi la totalidad del planeta, ha logrado desarrollar una serie de instituciones culturales, ideológicas y políticas que permiten que este sistema se mantenga a pesar de ser socialmente insostenible. A razón de esta contradicción es que se puede afirmar que en el capitalismo siempre habrá conflictos, ya sea que estos se manifiesten en una crisis económica, en movilizaciones populares o incluso en guerras, de acuerdo con las condiciones históricas.
La lógica del capital es la concentración y la acumulación de riquezas cada vez más grandes en cada vez menos manos. Con el desarrollo que este sistema ha venido experimentando desde sus inicios ha adquirido nuevas formas con el fin de lograr su lógica, es así como ha expresado distintas facetas a través de distintos modelos productivos, pero que mantienen en común generar desigualdad e injusticia sobre las personas.
1.2 Somos anti-imperialistas
Imperialismo no es otra cosa más que el capitalismo entendido más allá de las fronteras nacionales. Las guerras e invasiones de las grandes potencias económicas sobre los pueblos del mundo son solo algunas formas del imperialismo. Sin embargo, su base material reside en la explotación de las clases trabajadoras de los países pobres por los capitales y las empresas transnacionales. El capitalismo ya no se puede entender si no es como un sistema mundial.
El Imperialismo, en complicidad con las clases poderosas de los países dominados, aplica políticas que aumentan cada vez más esa relación de dependencia. A su vez, el bombardeo cultural y mediático que experimentan los países dominados van provocando que los individuos acepten los valores de los países imperialistas y no se cuestione la desigualdad internacional.
En Costa Rica, al igual que el resto de los países del continente latinoamericano han sufrido esa relación de dependencia de la mano, principalmente, del imperialismo estadounidense. El saqueo de nuestros recursos por parte de transnacionales como la United Fruit Company o la Infinito Gold, el patrocinio a dictaduras genocidas como los casos de Pinochet en Chile, la dinastía Somoza en Nicaragua, Micheletti en Honduras e incluso invasiones directas como en Panamá son evidencia histórica de que somos parte de una serie de relaciones internacionales basadas en la injusticia.
1.3 Somos anti-neoliberales
El Neoliberalismo es la forma que el capitalismo asumió después de las crisis económicas de los años setenta, son las políticas que desde el imperialismo estadounidense y los organismos financieros internacionales (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial) se han tratado de implantar en la mayoría de los países subdesarrollados con un costo social altísimo, evidente en la actualidad.
Neoliberalismo además es el discurso que utiliza la burguesía para afirmar que el papel del Estado en la economía se tiene que limitar a lo mínimo, ya que el mercado y sus fuerzas productivas pueden manejarse y regularse por sí mismas.
Las políticas neoliberales fomentan una mayor precarización de las condiciones sociales humanas a partir de sus medidas en el mundo del trabajo, por ejemplo empleos precarios, flexibilización laboral, aumento de la economía informal, supresión de las garantías laborales, abolición de sindicatos, en síntesis la supresión de los derechos laborales.
A la vez existe una reorientación de las funciones del Estado: una desestimación de la iniciativa publica legitimando y privilegiando lo privado, menos políticas sociales en salud, vivienda, educación; mayor represión y criminalización, en consecuencia se produce un deterioro en las condiciones de vida de la población.
En Costa Rica las políticas neoliberales se han aplicado desde los gobiernos liberacionistas de Luis Alberto Monge (1982-1986) y de Óscar Arias Sánchez (1986-1990) a través de la transformación de la estructura económica y productiva costarricense con la implementación de los Programas de Ajuste Estructural, los Tratados de Libre Comercio y las legislaciones de flexibilización laboral y debilitamiento del Estado.
1.4 Formas de opresión ligadas al sistema capitalista
Las relaciones sociales capitalistas expresan formas de opresión que hoy se manifiestan de muchas maneras. Algunas de estas formas son previas al capitalismo tal como la destrucción ambiental y el patriarcado, que en interacción con estas relaciones productivas y sociales se reconfiguran y ayudan a que el sistema como un todo se perpetúe y se profundice.
Este tipo de exclusión y discriminación posee una carga en la vida cotidiana de los sujetos, haciendo que el peso de la desigualdad sea aun más profundo. Es por ello que una propuesta planteada desde nuestra postura política expresa un claro rechazo a dichas manifestaciones.
- Destrucción del Medio Ambiente
A partir de la industrialización del siglo XIX y la profundización del proceso de globalización económica a lo largo del mundo posterior a la segunda Guerra Mundial, y el triunfo de los Estados Unidos en la misma, se generaliza la explotación y la desigualdad. La globalización da concesiones a los imperios económicos mundiales y les quita todo lo que tienen a los países económicamente dependientes. América Latina es un lamentable ejemplo de ello. En este sentido, el imperialismo estadounidense brinda las pautas de acción declarándose como dueño universal de los recursos propios y ajenos.
El mundo está enfrentando una problemática de la que en años atrás no se comentaba mucho: la ecología y el desarrollo sostenible.
El planeta está cambiando de manera perjudicial para todas y todos , y se debe en gran parte a que muchos recursos naturales están siendo sobrexplotados, y el ambiente contaminado a causa de las industrias y las fábricas, todo en favor de que se sigan produciendo objetos para el consumo humano. Se respetan los requerimientos de la economía neoliberal y capitalista, dando prioridad al consumo al tiempo que se irrespeta lo único necesario para vivir.
Estamos convencidos y convencidas de que existe un paralelismo entre el imperialismo y la destrucción del medio ambiente; entre el capitalismo y la priorización de lo material por encima de lo natural; entre el neoliberalismo y la extensión de corporaciones que producen mercancías supuestamente indispensables por encima de lo que realmente lo es. Por lo tanto, tenemos la seguridad de que si la lucha es ambientalista, es de todas y todos nosotros y nosotras.
En Costa Rica se han gestado varias luchas en defensa de los recursos y las tierras de nuestro país, caso reciente fue la mina Crucitas, cuya lucha fue ganada gracias a que la mayoría de la población protestó en contra de la explotación de nuestro territorio por parte de una transnacional, que iba a causar graves daños ecológicos.
Es por eso que en la Juventud del Frente Amplio reivindicamos las luchas a favor de la conservación medioambiental; y consideramos que es nuestro deber como militantes preservar y proteger el medio ambiente entendiendo que se debe eliminar toda noción de poderío humano que afiance la injusticia de lo corporativo y plastificado, por encima de aquello que además de brindar belleza al entorno, nos recuerda que sin su existencia no habría vida humana.
- Opresión y discriminación de Género
En un principio se debe entender que el sistema patriarcal determina una serie de labores y habilidades que le son atribuidas a cada sexo desde antes de su nacimiento, lo cual es conocido como género; tal como si estas fueran inamovibles e innatas y no culturales. Así, el hombre tendrá un supuesto poderío mientras que la mujer debe estar subordinada al mismo.
Esto causa que, sin duda alguna, existan desigualdades de género, que dentro de un sistema capitalista se ven reflejadas en los altos índices de violencia hacia la mujer, los bajos salarios que estas reciben en sus trabajos con respecto al hombre; la necesidad que tiene el último de tener éxito, aún por encima de las y los demás (individualismo), y por supuesto el impedimento social que tienen ambos sexos para consumar sus proyectos (si es que estos se salen de la lógica patriarcal).
Así, las mujeres son enviadas a trabajar en su casa, y si logran laborar fuera, lo hacen en condiciones de desigualdad, manteniendo muchas veces el papel de madres dedicadas a sus hijos o hijas, amas de casa, y si tienen pareja se convierten en esposas abnegadas. Mientras que los hombres deben trabajar fuera de sus hogares, y por ningún motivo realizar labores domésticas, convirtiéndose en proveedores únicamente; en el plano laboral es activo, mientras que en su familia tan sólo es el símbolo de unión, sin muestra alguna de participación más que monetaria.
Lo anterior causa problemáticas en la dinámica social y hace que históricamente la mujer tenga múltiples tareas de las cuales no le es posible desligarse, al lado de contradicciones insertas en su género tales como la pasividad; es decir hace muchas cosas pero no es premiada ni remunerada por ello, pues se naturaliza su papel. Además puede ser maltratada física, mental y sexualmente sin ninguna consecuencia.
Todo lo anterior, va en contra del crecimiento del tipo de sociedad que buscamos construir en la Juventud del Frente Amplio, pues estas son destructivas y deterministas, por tanto se encuentran estancadas, mientras tanto van en aumento la violencia de género (desde las palabras y los golpes hasta el abuso sexual y el acoso u hostigamiento), el femicidio (asesinato a la mujer por su condición de género, es decir, por ser mujer), la desigualdad laboral, y el impedimento social que tienen los hombres y las mujeres para desempeñarnos laboralmente y socialmente en condiciones positivas, y no determinadas con anterioridad, entre otras cosas.
Se hacen necesarias políticas y propuestas que lleven a la realidad lo que virtualmente debería existir: la equidad de género. Desde la Juventud del Frente Amplio no sólo nos posicionamos ante esta temática, reconociendo y criticando al sistema patriarcal imperante, y todos sus elementos negativos sociales e individuales, sino que también trabajamos para construir un nuevo contexto y nuevas condiciones que garanticen equidad genérica.
-Explotación al Indígena
En América Latina el sistema capitalista se ha desarrollado sobre toda una tradición centenaria del colonialismo de explotación a las y los indígenas, que poco hemos avanzado en nuestra condición de subordinación desde los procesos de independencia nacional de hace un par de siglos.
A nivel cultural se construye toda una serie de significados en torno a las poblaciones indígenas que permiten que se siga reproduciendo la explotación étnica y económica. La autonomía indígena, derecho básico y fundamental para la convivencia social en el continente latinoamericano, es violada sistemáticamente por los gobiernos oligarcas y neoliberales de algunos países que ven en la población indígena únicamente mano de obra barata y mercancía.
En la Juventud del Frente Amplio apoyamos las luchas indígenas en todo el continente, apoyamos la ley de Autonomía Indígena (atascada en la Asamblea Legislativa desde hace décadas) y saludamos los grandes avances que están logrando los pueblos indígenas en gran parte de Latinoamérica como en la hermana República Pluricultural de Bolivia.
-Otras formas de discriminación
Muchas otras prácticas de discriminación tales como: discriminación por orientación sexual, etaria (adulto centrismo), discriminación a las personas con discapacidad, xenofobia o discriminación étnica tienen incidencia en la vida cotidiana de los seres humanos, y que dentro del capitalismo existen como permitidas y legitimadas. En la Juventud Frente Amplio nos levantamos radicalmente contra ellas y propiciamos un cambio en cada espacio posible.
2. La Juventud Frente Amplio es Socialista
Socialismo es el nombre que le damos a la propuesta de sociedad alternativa al capitalismo. Imaginar cada detalle de esa sociedad no es posible para nosotros y nosotras ya que cada uno de esos detalles se irán construyendo a partir del esfuerzo en conjunto de las clases trabajadoras (mayoría en la sociedad).
Lo que podemos dejar claro es que el socialismo tendrá que ser un sistema de sociedad que termine con todo signo de injusticia y desigualdad que son comunes en nuestra realidad actual y en el sistema capitalista mundial, en el socialismo no habrá campo para el despojo, ni lo habrá para lucrar a costa del trabajo ajeno.
En el socialismo gobernará todo el pueblo trabajador, a diferencia de la actualidad donde gobiernan los ricos que lucran con el trabajo de miles y miles de personas que cada día luchan por sobrevivir, estas condiciones las vive el pueblo trabajador de todo el mundo y por ello es necesario la organización de la clase trabajadora mundial para alcanzar el proyecto socialista.
El socialismo no se podrá construir en un solo país, el socialismo tendrá que ser un proyecto en conjunto de toda la clase trabajadora mundial y por lo tanto será un sistema económico y político mucho más avanzado que el actual. Los avances tecnológicos, producto del trabajo y del ingenio de la humanidad, al fin serán disfrutados por la población en su totalidad.
Sin embargo, aunque el socialismo no se puede construir dentro de los límites de un solo país consideramos que cualquier intento revolucionario que suceda en cualquier país del mundo con la intención de derribar el orden capitalista es merecedor de todo el apoyo, como un proceso que ayuda a preparar cada vez más el derrumbe de la injusticia capitalista mundial.
De la misma manera, creemos en que para lograr construir un sistema económico y político socialista es necesario también generar un cambio en la mentalidad de cada persona. Con esto se lograría que los valores conservadores que permiten al sistema capitalista reproducirse, tales como el individualismo, no tendrán lugar en la sociedad, y en su lugar crecerá cada vez más sentimientos y prácticas de solidaridad y amor entre las personas y los pueblos.
2.1 Buscamos Justicia Económica
El acceso a la riqueza socialmente producida debe convertirse en uno de los elementos fundantes de una propuesta socialista. En tanto la lógica del capital se basa precisamente en la privatización de la riqueza, empobreciendo a muchos y enriqueciendo a pocos; el pregonar socialismo requiere de emprender un camino que se haga realidad mediante las políticas económicas y sociales que procuren una justicia económica real.
El socialismo busca el acceso óptimo a los bienes esenciales para suplir las necesidades humanas de las clases que viven del trabajo, las cuales nunca han sido participes de la riqueza y deben conformarse con un salario de miseria.
2.2 Generaremos una Democracia Participativa
La democracia burguesa o representativa genera la falsa idea en las clases trabajadoras de que al ser mayoría controlan mediante votaciones y a través de representantes electos los destinos políticos de una nación. Sin embargo, en la realidad lo que sucede es que una clase política (ligada a los grupos de poder) controlan las instituciones y se mantienen en esos espacios a través de prácticas como el clientelismo político y las estrategias mediáticas. Para un burgués, un buen ciudadano es aquel que solo se preocupa en ir a votar cada ciertos años y que el resto del tiempo deja que sean “sus representantes” quienes tomen las decisiones.
En la Juventud Frente Amplio consideramos que mientras esos espacios de representación existan deben utilizarse como una trinchera de lucha más para alcanzar objetivos y reivindicaciones que mejoren las condiciones de vida de las y los trabajadores, pero que paralelamente debe propiciar una democracia distinta, participativa.
La democracia participativa debe empoderar a cada persona para que esta logre generar un cambio en su realidad más inmediata, a través de la coordinación comunal con los y las demás vecinas.
La democracia participativa debe acercar más los espacios de poder y de toma de decisiones hacia toda la sociedad, penetrando en todos los espacios sociales como el trabajo. El trabajo en el socialismo ya no se verá como una práctica de explotación sino como una actividad transformadora y liberadora. Los espacios de trabajo en el socialismo deben ser lo más democráticos posibles, con toma de decisiones desde abajo hacia arriba.
2.3 Propiciaremos una nueva cultura
La cultura engloba una serie de aspectos que caracterizan tanto histórica como psicológicamente a las personas, la pertenencia a un grupo va a influir en cómo las personas se comportan y se mueven, ya que generará una base de características comunes que les permiten actuar y representarse a sí mismas de cierta manera.
A nosotras y nosotros los jóvenes nos corresponde la tarea de llevar a cabo una revolución cultural socialista en Costa Rica y todo el mundo. Debemos educarnos y estudiar para entender la teoría, con la única razón de saber cómo llevarla a la práctica. Ahora nos toca llevar nuestros conocimientos a la sociedad y reivindicar al socialismo, para que la población se libre de los prejuicios existentes y se den cuenta de que es posible garantizar el bienestar de la gente en todos sus ámbitos.
Para esto se hace fundamental generar conciencia, mostrar la realidad actual que habla por sí misma, y en qué sentido nos afecta a todas y a todos. La cultura imperante es consumista, desigual, destructiva y busca el olvido de la memoria histórica de nuestros pueblos. La cultura que, por otro lado, deseamos promover es constructiva y equitativa, es decir, que avance verdaderamente de una forma progresista, y no regresiva. Que recuerde de donde se viene, y por supuesto, hacia donde se va.
En el momento en que la cultura socialista y alternativa amenace la cultura hegemónica del capitalismo existirán las condiciones para un cambio revolucionario completo, para una transformación de las instituciones y de las relaciones productivas e interpersonales.
3. La Juventud Frente Amplio es Patriótica
Somos socialistas, pero también somos patrióticas y patrióticos. En esta afirmación no existe contradicción alguna, ya que no entendemos Patria en el sentido burgués de nacionalismo y de defensa de valores conservadores ligados a ella y a sus clases dominantes, sino en el sentido de que las grandes mayorías en este país compartimos una historia común de lucha y por lo tanto un proyecto común.
Estamos comprometidas y comprometidos con todas aquellas luchas que dentro de este país defiendan una sociedad más justa y más solidaria. Sabemos que la sociedad socialista no será construida dentro de los límites de un país, pero estamos en la obligación de participar activamente en todo espacio de lucha popular y patriota para ayudar a generar una conciencia mayor de que las luchas se tienen que radicalizar, de que deben apuntar hacia el socialismo.
3.1 Rescatamos la memoria histórica y reivindicamos las luchas sociales del país
En Costa Rica se han dado luchas populares desde los inicios de su vida republicana. Consideramos que para generar un cambio social en el país es necesario que la juventud costarricense sea consiente de su historia y de su pasado, no en el único sentido de memorizar hechos, sino para comprender como es que a través de esos procesos podemos entender mejor la situación actual y su transformación.
La defensa de la soberanía nacional ante invasiones imperialistas como ocurrió durante la Campaña Nacional en 1856 con la derrota de las fuerzas filibusteras, el papel de la clase trabajadora y de sus luchas durante la primera mitad de Siglo XX son algunos de estos procesos.
Reivindicamos y sentimos un gran orgullo del surgimiento y la consolidación del primer gran proyecto político y social de la clase obrera costarricense en torno al Partido Comunista y al papel de este manifestado en las grandes huelgas bananeras, la creación de las Garantías Sociales, la consolidación de la Seguridad Social, entre otros.
Los anteriores son solo algunos procesos que han implicado un gran esfuerzo y sacrificio del pueblo costarricense y que generan una identidad patria.
Durante las últimas dos décadas, las fuerzas populares de este país han defendido los avances logrados históricamente al posicionarse en contra de las políticas neoliberales de los gobiernos de turno. Un ejemplo de ello es la lucha en contra del Combo del ICE, que pretendía la privatización de una de nuestras principales instituciones solidarias y más recientemente la lucha contra el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos (TLC). En la actualidad esta lucha en contra de las políticas neoliberales sigue vigente, tal fue el caso reciente de la lucha contra la minería a cielo abierto en Crucitas, la defensa de los recursos naturales y del patrimonio nacional en torno a las instituciones públicas y la Seguridad Social.
Es en este sentido que la Juventud Frente Amplio debe estudiar y profundizar sobre estos temas y además debe ser portavoz hacia toda la sociedad costarricense de la verdadera historia patria y de su significado, con la intención de generar una memoria histórica transformadora.
3.2 Creemos en un proyecto patriótico y progresista
En la Juventud Frente Amplio sabemos que en este país son muchas y muchos los compañeros que desde sus diversas trincheras (movimientos sociales y campesinos, sindicatos, organizaciones culturales, feministas, ambientalistas y estudiantiles) luchan día a día para mantener una resistencia frente a las políticas neoliberales hegemónicas que buscan el beneficio de los sectores poderosos a costa del dolor, la explotación humana y la destrucción ambiental.
A raíz de esto creemos firmemente en levantar la bandera de unidad entre todas estas diversas luchas para construir un proyecto alternativo de sociedad, realmente patriótico y realmente progresista. Un proyecto que respete las diferencias y la diversidad de las fuerzas populares pero que respete también los puntos de acuerdo y las luchas que compartimos y que sobre todo sea democrático y anti-neoliberal.
Para que esto sea una realidad tiene que existir un diálogo fraterno entre las organizaciones, entre sus bases y sus dirigencias. La cultura política de este país ha demostrado cómo diferencias personales han llevado a que movimientos de unidad se dividan, saliendo beneficiadas únicamente las clases dominantes. Es preciso que las fuerzas progresistas sean autocríticas ante estas actitudes, pero además que demuestren una voluntad política y consecuente para que estos esfuerzos se generen y fortalezcan; y así no volver a cometer los errores del pasado.
4. La Juventud Frente Amplio es Latinoamericanista
Nuestro pueblo es América Latina, Nuestra América. Desde el Río Grande hasta la Patagonia sentimos como propia cada injusticia y cada lucha, pero también sentimos como propia cada victoria y avance del pueblo latinoamericano. Desde sus inicios América Latina ha sido un gran mosaico de diversidad étnica, lingüística y cultural. Sin embargo, es en esta región, la más desigual del planeta, donde más compartimos historia, una historia llena de sangre y dolor, de saqueos y despojos, una historia compartida en la lucha por la búsqueda de nuestra autodeterminación y de una verdadera libertad.
En la Juventud Frente Amplio además de levantar las banderas del socialismo y de la unidad progresista y patriótica en Costa Rica, levantamos también en alto la bandera de la unidad latinoamericana. Es hoy, más que nunca, cuándo vemos con una mirada llena de esperanza como ese sentimiento compartido crece por todo el continente, vemos con esperanza como nuestro pueblo va rompiendo sus cadenas.
Es en esta región del planeta, que hoy es la principal vanguardia de lucha para todos los pueblos libres del mundo, que debemos depositar nuestras energías y nuestros esfuerzos. “La unidad en Latinoamérica nos hace grandes”; es pues, en esta Patria Grande de Nuestra América que la construcción del socialismo tiene que continuar, lucharemos por cumplir el sueño de Bolívar, el sueño de Sandino, el sueño del Che, el sueño de millones y millones de hermanas y hermanos latinoamericanos.
4.1 Somos parte de una Patria Grande
Desde la invasión española y europea hace ya algunos siglos, con la aniquilación de millones de indígenas y la implantación del colonialismo, cuyo sistema de pensamiento aún permanece en la mente de las oligarquías nacionales, se comenzó a forjar esa historia común latinoamericana. Las divisiones nacionales existentes en la región no son más que inventos hechos para repartirse nuestra tierra entre algunos pocos, límites impuestos para que entre hermanas y hermanos latinoamericanos nos veamos como otras y otros y no como nosotras y nosotros.
Durante más de dos siglos hemos compartido procesos y experiencias impuestas desde las potencias y desde el imperialismo (sobre todo estadounidense). La mafia oligarca de todos nuestros países no ha dudado en establecer pactos con los ejércitos estadounidenses para derramar la sangre de miles de personas inocentes por todo nuestro suelo. Dictaduras militares o bloqueos económicos fueron las únicas dos opciones que tuvieron los pueblos latinoamericanos por décadas.
Es tiempo ya que con una mano estrechemos la unidad latinoamericana y con la otra tomemos la historia para llevarla por los caminos del anti-imperialismo y de la construcción del socialismo en nuestra Patria Grande.
4.2 Defendemos los procesos de izquierda latinoamericanos
En América Latina se viven procesos populares y de izquierda en la mayoría de sus países. En cada país el proceso ha sido distinto, pero comparten el hecho de ser fruto de las fuerzas populares y de las grandes mayorías trabajadoras. Desde la heroica lucha armada de la Revolución Cubana, madre del socialismo latinoamericano, a la elección popular de gobiernos de izquierda en El Salvador, Ecuador, Venezuela, Brasil, Bolivia, Uruguay y Argentina por mencionar solo algunos, la toma del poder se ha vivido de manera distinta.
En la Juventud Frente Amplio consideramos que estos procesos no están carentes de contradicciones y críticas, que desde el espíritu más solidario y socialista debemos señalar y ayudar a transformar, sin embargo, también consideramos que estos procesos merecen todo el apoyo de las fuerzas que se llamen socialistas y que reconozcan la lucha viva de las clases populares. Cualquier intento de quedarse únicamente en la crítica no es más que caer en las peores actitudes sectarias y serviles al imperialismo y a las oligarquías nacionales.
Sabemos que el camino que tenemos que recorrer en Costa Rica para hacer un cambio revolucionario, de someter a la minoría explotadora y neoliberal a los sectores mayoritarios y progresistas es un camino que nos corresponde a nosotras y nosotros como costarricenses descubrir y recorrer, sin embargo, tomamos de los procesos latinoamericanos el coraje y el ejemplo de lucha y convicción. De no dejar caer el sol un día sin el sentimiento profundo de que se está luchando hasta las últimas consecuencias por ver un mañana mejor.